He de reconocer que en esta ocasión el producto partía con un poco de ventaja a la hora de valorarlo, ya que en casa somos nescafeteros de toda la vida, así que antes de probarlo ya contaba con que sería un producto de calidad, pero aún así, me ha sorprendido gratamente.
Pero comencemos por el principio.
Podemos encontrar Nescafé Cappuccino en dos formatos: caja con 10 sobres monodosis o en bote de 250gr, que es el que he tenido la oportunidad de testar.
Nescafé Cappuccino ya incorpora entre sus ingredientes azúcar, leche desnatada en polvo y por supuesto, café molido, por lo que podemos disfrutar de todo su sabor simplemente disolviéndolo en una taza de agua caliente. En mi caso, como soy un "pelín" golosa lo tomo con leche desnatada, más un poquito de azúcar y está de lujo :-)
El modo de preparación es rápido y sencillo, tan solo hay que:
1. Añadir 3 cucharadas de Nescafé Cappuccino (o un sobre monodosis), en una taza con agua o leche caliente.
2. Remover enérgicamente y dejar reposar durante 30 segundos
3. Remover de nuevo y ¡listo para tomar!
El resultado es un Cappuccino suave y cremoso (me ha sorprendido la cantidad de espuma que hace), con un sabor realmente delicioso, en casa ya se ha convertido en imprescindible cada sobremesa.
Siendo un poco quisquillosa, el único punto a mejorar que yo le encuentro, es que si la leche no está muy caliente, se forman algunos grumos y tarda un poquito más en disolver.
Para terminar, un pequeño consejo para los golosos como yo, si le añadís una pizca de cacao espolvoreado antes de remover por segunda vez, se convertirá en un auténtico vicio.
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